Cuando despierta el Gran Maestro que hay en ti. AKÁSHA
- Fabijenna Fernandez
- 20 may 2016
- 4 Min. de lectura

Cuando yo ingresé por primera vez en los Registros Akáshicos se abrió algo que me llenó de felicidad me di cuenta quién era, de dónde procedía y a dónde me dirigía, me encontré en ese mismo instante en mi verdadera casa, me encontré conmigo misma, al lado de la verdadera Familia. Lo más parecido cuando una persona está muy lejos y perdida sin saber ni quien es ni el por qué y regresa a su verdadera Unidad, la manera que me hicieron sentir es como si me conocieran desde siempre y las puertas estaban abiertas para mi regreso, me estaban esperando con todo el amor, como alguien muy especial y la alegría se siente como una celebración.
Cada vez que ingreso en la vibración de Akásha la vivencia real supera todas limitaciones, te sientes que perteneces y tienes un sitio muy valioso junto a Ellos, te conocen hasta los secretos más profundos y más guardados que pueda tener uno y entregan una complicidad ante una sonrisa de sabiduría, sin juicios ni valores, observando que todo es perfecto y declinándose en estados de paz y fluidez al amor que sienten por uno viéndolo como un alma maestra, sabia y antigua en la que aún ingresa parte de la personalidad que el alma ha decidido experimentar en ese momento, llevando el velo tupido que no le deja ver toda la luz de lo asombroso que somos cada uno. Para no interferir en el proceso que se debe de experimentar en un futuro
Existe un gran respeto hacia lo que tu personalidad ha querido experimentar y jamás te abrirán toda la sabiduría de par en par, simplemente te darán luz a aquello que te causa interrogaciones y necesites comprender en esos mismos momentos. Es tal la delicadeza con lo que ellos te tratan y exquisita sus maneras de comunicarse que van a la raíz de lo profundo llevando a estados de iluminación y así se va teniendo una comprensión a procesos que aquí en la tierra no podríamos llegar a entender, liberándose aquello y entrando en un estado de perdón, claridad, paz, amor. Ante esto el ego, la mente, se disuelve perdiendo la batalla, el amor llega a unirse a lo que verdaderamente eres, completándose otra parte en ti mismo, cuando te ves como algo más que una persona viviendo en el planeta tierra te abres a reconocerte como un Ser Divino adquiriendo sabiduría a lo que tu alma ha decidió experimentar en esa personalidad, bien sea vivir el abandono, el miedo, fracasos, perdidas, necesidades, esclavitud etc. y a través de ello encontrar esa alma sabia y maestra que mora dentro de uno.

Cuando el alma dice que es el momento, es el momento. Has escuchado la llamada de tu Yo más profundo y por supuesto es el momento de actuar y de volver a akásha, a tu familia, a tu hogar y a reconocerte a ti mismo. Gracias a los Registros Akáshicos no hay que entrar en estados de conciencia muy avanzados, ni tomar alucinógenos, ni siquiera llegar a “morirse” para ver otra realidad que está ahí, para que llegues a recorrer el sendero de tu maestro sabio y esclarecer todo aquello que mora y vive eternamente más cerca de lo que ni imaginamos.
Se abre ante ti una biblioteca enorme, experiencias y experiencias, tomos tras tomos que están escritos por la eternidad de aventuras e historias que has vivido, una tras otra y todo ello deja un gran tesoro de ires y venires en personalidades distintas que tu alma ha decidido adormecer para un crecimiento en los Registros Akáshicos. ¿Qué es lo que decidiste experimentar esta vez? ¿Por qué? ¿Y Para qué? Tú como ser Divino que eres tienes las puertas abiertas a tú verdadera esencia en akásha, con tú verdadera identidad para que leas y admires tú creación. Mediante una iniciación Sagrada se te da la brújula de cómo llegar a tu casa sin perderte, comunica y verdadera realidad, con lo que perteneces y eres, allí está todo, si, todo. Para que te deleites y cojas el verdadero camino de la sabiduría sin tener que tomar más experiencias en otras vidas, siempre con los mismos procesos y poder experimentar la verdadera ascensión del Gran Maestro que ha despertado su sabiduría y su potencial. El nivel uno te ayuda a encontrarte a ti mismo y sacar tu mayor potencial en ti.

El nivel dos después de transitar por tus Registros y encontrar la maestría tienes el honor de completarte la entrega de ese conocimiento y maestría a los demás para aportar en tu camino, lo cual es muy bonito, nivel tres para autoconocimientos más profundos, adentrándonos a los pilares de la memoria de Dios, vidas antepasadas, el gran ser humano, en nosotros, los demás y la vida misma, etc. Y la maestría de los registros Akáshicos que te da la capacidad de entregar todo el potencial a los demás de esta maravillosa conexión con los Registros Akáshicos. Imagínate todo lo que puedes avanzar con ello, las puertas de Akásha están siempre abiertas a tú regreso, el tiempo lo decides tú. Un abrazo de luz y que el maestr@ y la luz despierte de la forma más hermosa posible.

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